Como te he contado otras veces, nunca fui alguien que se preocupara por su piel, con suerte usaba los productos que me regalaban (no me importaba si estaban vencidos o qué eran) no usaba protector solar en el día a día ni me maquillaba.
Básicamente, no tenía una relación con mi piel, tampoco me miraba al espejo por temas de autoestima, no conocía mi cuerpo, no sabía si me salía un nuevo lunar ni un nuevo moretón (tengo una facilidad para llenarme de ellos)
Hasta que en una grabación, para un examen (estudié cine) una maquilladora me pidió si podía ser su "modelo" para un examen suyo porque tenía una piel muy bonita. Yo, no acostumbrada a esos comentarios fui feliz, y luego de eso empecé a mirar mi piel y porqué era bonita.
Después empezó todo el proceso de descubrir la contaminación detrás de la industria cosmética y eso fue el inicio de AMARU.
Y bueno, así fue como empecé una relación de cariño y respeto con mi cuerpo, notando mi piel y sus cambios, viendo como reacciona a mis cuidados y al paso de la vida.
Gracias a que la observo puedo ir comprendiendo esto, ver como ya no está tan joven, necesita ayuda extra, me la imagino como una abuelita necesitando que la ayude a cruzar la calle jajaja
Poco a poco fui notando estos cambios, o más bien avances. Por un lado, mi piel comenzó a reaccionar a los cuidados nuevos y fue progresando, imagínate que yo "tenía piel seca" y siempre la traté así, pero en realidad mi piel es sensible y mixta, solo estaba deshidrata 😱. Empecé a valorarla más y por ende, valorarme más, ese momento sagrado en la mañana cuando me hago mi rutina, que no son más de 5 minutos pero es una pausa al laaaargo día que se viene para enfocarme en mi y mi reflejo, nada más.
Yyy por otro lado, empecé a tomar conciencia del paso del tiempo y cómo se ve en mi piel, nuevas arrugas, nuevas canas, una piel más cansada, etc. Como ya venía de crear esta relación más sana con ella, mi mayor reacción fue "uff tengo que ayudarla más, no le alcanza con lo que tiene".
Ahora, después de esta larga introducción 🫣 a lo que vinimos.
TODO se va gastando, va perdiendo fuerza y funcionalidad, es normal.
¿Porqué pensaríamos que nuestra piel debe ser distinta? ¿Porqué le tenemos tanto terror a que se note nuestra edad? Si eso no define nada.
Sé que puedes estar diciendo "ya empezaron con el bla bla de acéptate como eres, la belleza está adentro y eso" Y no, no pero sí, ya me explico.
He visto a mi hermano de 43 años teniendo más energía haciendo las mismas cosas que yo de 29 años o mi sobrino de 18. He visto abuelas bailando, haciendo ejercicio, partiendo un emprendimiento.
Así que, lo que quiero decir, es que esa edad a la que tanto le tememos, está en nuestra actitud, no en el número ni nuestra apariencia.
La clave está en ser consciente en que vamos necesitando más cuidados con el tiempo, pero no significa que tengamos que vivir menos cosas ni que seamos más feos.
Vayamos en contra de esta nueva cultura de intoxicarse y dañarse para verse "más jóvenes" como si por ponernos botox fuéramos a tener más energía.
OJO, no estoy diciendo que no hagan nada de esas cosas. Es decisión de cada unx, pero háganlo por y para ustedes, no por vergüenza. La palabra envejecer no es una maldición.
Y escucha a tu piel, con esto termino mi gran monólogo, lo que necesita te lo dirá de distintas formas, todo es una señal y nada es casualidad. La piel cumple funciones esenciales para nuestro buen funcionar, no es solo un "cubrecuerpo" (🤔)
Si notas que está envejeciendo, ayúdala con más nutrientes, ¿Cuáles?
Para eso hemos creado nuestro pack especial para piel madura, con lo esencial y básico que necesita una piel con el tiempo.
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